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12.4 Crítica de la enmienda a la totalidad al documento político del XXI Congreso del PCE

Actualizado: 8 jun 2022

por Estefanía Robledo


Resumen: el pasado 23 de marzo era publicado en el diario digital El Común un documento titulado “Enmienda a la totalidad del documento político para el XXI Congreso del PCE”, que se celebrará el mes que viene. Este documento critica algunos aspectos de la política llevada a cabo por la mayoría del Comité Central. De prosperar esta proposición de enmienda, ello supondría innegablemente un ligero avance, pero digo “ligero”, porque aparte de proponer cosas loables como “poner el centro en la lucha de clases”, reproduce los mismos errores de siempre. No me interesa hablar de la totalidad del documento, sino simplemente de la posición de estos críticos sobre las cuestiones europeas, que son en mi opinión las más importantes. Un examen de lo que afirman que debe ser la línea del PCE en lo que respecta a la UE nos indica que, pese a una apariencia de mayor “euroescepticismo”, siguen reproduciendo los mismos errores. Esto es lo que vamos a comentar a continuación, y de la mejor manera posible: citando el propio texto y colocando abajo la correspondiente réplica.


Palabras Clave: PCE, XXI Congreso, Unión Europea, eurocomunismo, IV Reich, europeísmo.



La parte del documento que suscriben estos críticos (entre los cuales se encuentran personalidades conocidas como Álvaro Aguilera, Javier Parra o Alberto Cubero) que aborda las cuestiones europeas, se encuentra en el apartado titulado “Europa y el régimen del 78”, que abarca los puntos 35 a 50 del documento, a partir de la página 11 del mismo. Podemos decir que es correcto afirmar que hay una relación entre la pertenencia a la UE y los que desde La Razón Comunista llamamos régimen del 78. El problema es que lo que ellos entienden como “régimen del 78” es un régimen opresor porque niega el derecho de los “pueblos” a la autodeterminación y cuyo principal problema es la monarquía de Felipe VI. Cosa ésta (la última) que es completamente falsa, más allá de que el Rey emérito haya sido ganador en 1982 del Premio Carlomagno, cosa que para mí no va más allá de la mera anécdota. Seamos serios: si en el 78 hubiese habido una “ruptura” como la que hubo en Portugal y hubiésemos sido una república, hubiésemos entrado igualmente en la UE.


Dicho esto, empecemos con el documento:


“35. En el XX Congreso del PCE analizamos a la UE y el Euro como un desastre terrible para los pueblos de Europa y las capas populares. Un proyecto exclusivamente basado en el criterio de la acumulación de poder por parte del capital financiero europeo con el que era necesario romper. Nada de lo sucedido en el último ciclo nos hace creer que la UE y el Euro hayan avanzado en una línea contraria a esto.”

Todo esto es exacto, excepto una cosa, que es la creencia de que la UE responde a los intereses de un concepto oscuro y confuso que es “el capital europeo”. Para empezar, la CEE, que posteriormente pasaría a ser la UE, no responde a ninguna “connivencia entre capitales europeos”, sino a los intereses geoestratégicos de los Estados Unidos en el contexto de la Guerra Fría. Claro, algunos dirán: ¿pero y la “declaración Schuman”, con la cual se crea la CECA, la Comunidad Europea del Carbón y del Acero? Robert Schuman era, aparte de un antiguo colaboracionista, un agente americano (esto ya se sabe más que de sobra por las revelaciones de documentos desclasificados del Departamento de Estado que hizo el periodista británico Ambrose Evans-Pritchard), y el discurso de la famosa “Declaración Schuman” por la que se inicia la CECA le fue entregado a Schuman por Jean Monnet (posible agente americano, cosa que no está probada, pero que se sospechaba, notablemente por De Gaulle), que a su vez lo había recibido de los servicios de Dean Acheson, Secretario de Estado de los Estados Unidos.


Pero examinemos más de cerca su argumento. Ellos hablan de “capital financiero europeo”. Lo que ellos parecen querer decir es que los capitalistas europeos se han beneficiado de la construcción europea. ¿Es esto cierto? Sí. Ahora bien, ¿solamente los capitalistas europeos? Esto es completamente falso, e indica no haber comprendido nada a lo que fue el Acta Única de 1986, el Tratado de Maastricht en 1992 y posteriores tratados.


Y esto lo voy a demostrar con dos cosas:


1. Primero, el papel que ha jugado en la UE uno de los mayores fondos de inversión del mundo, que no es precisamente europeo.

2. Las compras masivas de patrimonio francés que han realizado capitales de un país que no es precisamente europeo, gracias a la libre circulación de capitales grabada en el mármol de los tratados europeos desde el Acta Única de 1986 hasta hoy.

Empecemos pues con el susodicho fondo de inversión, que se llama Goldman Sachs. En primer lugar, hay que recordar que este fondo de inversión es el responsable de, a cambio de una remuneración de 600 millones de euros, maquillar las cuentas del Estado griego a fin de que Grecia llenara los requisitos para ingresar en el euro. No viene mal recordarlo.

Me voy a limitar a exponer el currículum de algunos de sus responsables, para demostrar lo que diré después sobre su implicación en la construcción europea.


Empecemos por el irlandés Peter Sutherland, que tiene el siguiente currículum:


- Comisario europeo de competencia entre los años 1985 y 1989.

- Presidente de Goldman Sachs International (una empresa de inversiones de Wall Street y bienes raíces registrada en Reino Unido, subsidiaria de Goldman Sachs) hasta junio de 2015.

- Presidente del Comité Directivo del Club Bilderberg hasta mayo de 2014.

- Presidente honorario de la Comisión Trilateral desde el año 2010.

- Miembro de la dirección del Transatlantic Policy Network, que es un think-tank que, citando a sourcewatcht.org, “está dedicado a influenciar la política de la UE bajo la forma de “colaboración””.


En el año 2011, bajo la autoridad de Peter Sutherland, se encontraba el señor Mario Draghi, presidente del BCE entre 2011 y 2019. Anteriormente a ser presidente del BCE, Mario Draghi había sido entre 2002 y 2006 vicepresidente de Goldman Sachs Europe. Fue durante este periodo cuando la compañía estadounidense asesoró al Primer Ministro Kostas Karamanlis sobre cómo ocultar el déficit griego.


Mario Monti, que había sido Comisario europeo para la competición entre 1999 y 2004 y que después ocupó el cargo de Presidente del Consejo de Ministros de Italia entre 2011 y 2013 (sin pasar por ninguna elección), había sido asesor de Goldman Sachs, además de director europeo de la Comisión Trilateral. También había sido miembro de la directiva del Club Bilderberg.


¿Qué quiero decir con estos ejemplos? No estoy diciendo que el papel de Goldman Sachs sea determinante en la construcción europea. Pero esto es sólo un ejemplo (y podría haber más) de que hay un interés oculto del “capital financiero no europeo” en promover la construcción europea. Por lo tanto la tesis de la UE como fruto de “la acumulación de poder por parte del capital financiero europeo” no es del todo cierta.


Pero ahí no se detiene la cosa, porque podríamos hablar de las compras masivas que realizan capitales estadounidenses y chinos de propiedades industriales. Podemos utilizar el caso de un país como Francia (también dispongo de datos de otros países, pero el ejemplo francés es uno de los más flagrantes), y ello por la sencilla razón de que esto no se puede impedir en virtud del artículo 63 del TFUE (excepto si se trata de industrias consideradas “estratégicas”, en este caso puede haber una derogación).


Tampoco se trata de hacer una lista exhaustiva, pero lo suficientemente nutrida como para que el lector comprueba que lo que dicen los críticos del PCE no es cierto.


- En enero de 2010, el grupo francés Mapa-Spontex, que fabrica entre otras cosas guantes de cocina y esponjas, que pertenecía al grupo Total, fue vendido al grupo estadounidense Jarden por un total de 355 millones de euros.


- En noviembre de 2011, la empresa francesa de fabricación de vehículos utilitarios Goupil Industriel fue comprada por el grupo estadounidense Polaris Industries.


- En abril de 2013, la empresa francesa Aixam Mega, líder europeo de coches eléctricos “sin carnet”, también fue comprado por Polaris Industries.


- Esto es un poco más frívolo, pero significativo: en septiembre de 2013, la página web de encuentros Meetic, que había sido fundada por el francés Marc Simoncini, fue vendida a la página web Match.com por un total de 29,5 millones de euros.


- En noviembre de 2013, el grupo industrial francés Phenix Systems, especializado en la impresión en tres dimensiones, fue comprado por el grupo estadounidense 3D Systems.


- En abril de 2015, la empresa transportista francesa Norbert Dentressangle fue comprada por la empresa logística estadounidense XPO Logistics por un total de 3.240 millones de euros.


- En mayo de 2016, la empresa francesa Sylob, especialista en ERP (“Enterprise Resource Planning”, es decir softwares profesionales que permiten gestionar el conjunto de procesos de pequeñas y medianas empresas), fue comprado por el grupo estadounidense Forterro.


- En enero de 2016, la empresa francesa de fabricación de equipos médicos Zimmer Biomet adquirió la mayoría del capital del fabricante de robots de asistencia quirúrgica MedTech por un total de 164 millones de euros.


- En agosto de 2016, Margarita Louis-Dreyfus, viuda del magnate francés Robert Louis-Dreyfus y propietaria del club de fútbol Olympique de Marsella, vendió el club al millonario estadounidense Frank McCourt.


- En septiembre 2017, el grupo francés Alliance Automotive Group, que es uno de los principales distribuidores de piezas para vehículos de turismo y utilitarios en el mercado de la post-venta en Europa, fue comprado por el grupo estadounidense Genuine Parts Company por un total de 1.700 millones de euros.


- En julio de 2018, la start-up francesa PeopleDoc, que era una plataforma que ayudaba a dar fluidez y a simplificar los procesos administrativos entre los recursos humanos y los empleados, fue comprada por la empresa estadounidense Ultimate Software por un total de 300 millones de dólares. PeopleDoc tenía 265 empleados repartidos en siete países, y proveía servicios a más de 1000 clientes repartidos en 188 países.


- En julio de 2018, la empresa francesa del sector de la biotecnología Biotech TxCell, fue comprada por el grupo estadounidense Sangamo por un total de 72 millones de euros. TxCell era un actor de primer plano en el sector de la inmunoterapia celular.


- La empresa francesa Antelliq, especializada en identificación animal a través de chips RFID, fue comprada por el laboratorio estadounidense Merck por un total de 3250 millones de euros.


- En abril de 2019, la empresa francesa de servicios de vehículos compartidos Drivy fue comprada por la empresa estadounidense Getaround por un total de 300 millones de dólares.


- En octubre de 2019, la empresa francesa Lylo Media Group, especialista en doblaje, subtítulos y audiodescripción, fue comprada por el grupo estadounidense Transperfect, líder mundial en materia de servicios lingüísticos.


- En noviembre de 2019, la empresa francesa Snips, que había diseñado un asistente vocal para hacer frente a los impedimentos creados por la ley de protección de datos, fue comprada por el gigante estadounidense Sonos por un total de 35 millones de euros.


- Finalmente, en diciembre de 2019, la empresa francesa Latécoère, campeón nacional de la aeronáutica, pasó bajo control de la firma estadounidense Searchlight Capital, que ahora posee el 62,76% del capital, pese a las protestas de unos 18 diputados franceses. Allí hay que decir que el Estado francés pudo haberse opuesto, pero no lo hizo.


Me detengo aquí. Por motivos de espacio, renuncio a hacer un listado de las compras que han realizado capitales chinos en Francia, que también han sido masivas. (1) Queda claro que cuando los críticos del PCE hablan del “capital financiero europeo”, como si solo se tratara de capitalistas europeos, están haciendo una grosera simplificación.


Me gusta mucho más el análisis de Javier Couso, que dice que la UE es “una zona de exclusión neoliberal”.


“36. La pertenencia a la UE y el sometimiento de todo el ordenamiento jurídico a las políticas emanadas desde Bruselas suponen un rígido corsé para el desarrollo de cualquier proyecto político alternativo en nuestro país o en cualquiera de los estados miembros.”

Esto es perfectamente cierto. De hecho, en el punto siguiente (el 37) hablan de la política de liberalización del sector ferroviario por parte de la Comisión Europea y de los efectos perniciosos de la directiva sobre trabajadores desplazados (es decir, trabajadores del este de Europa que cobran el salario mínimo pero cuyas cargas sociales son las del país de origen), y es también totalmente correcto, así que aquí hay poco que añadir.


“38. Contrario al mito extendido, la UE no existe como un poder subalterno a EE.UU., sino que integra la base del mismo eje imperialista junto con EE.UU. Los intereses de las clases dominantes de ambos son complementarios y actúan consecuentemente en el ámbito de la política exterior, entablando ocasionalmente una suerte de “competición virtuosa”. El mito de que la UE puede existir al margen de las políticas imperialistas es rotundamente falso. La UE tiene casi tantas tropas desplegadas fuera de su territorio como la OTAN […]”

Aquí hay cosas ciertas y otras que hay que matizar. Por una parte, me alegra saber que haya militantes del PCE que por fin se hayan dado cuenta de que la UE no sirve, ni nunca ha servido para hacer “contrapeso” a los Estados Unidos, contrariamente a lo que decía este cartel del Partido Socialista francés en 1992:



[“Hacer Europa es hacer contrapeso”. Cartel propagandístico del PS para llamar a votar a favor de Maastricht en 1992.]


Sin embargo, habría que matizar la afirmación según la cual los intereses de las élites estadounidenses y los de las élites europeas son “complementarios”. En primer lugar, habría que preguntarse: ¿Qué son las “élites europeas”? Hay un amasijo de 27 países, y todos ellos conforman una biocenosis, como afirmaba Gustavo Bueno en “España frente a Europa”. Hay élites alemanas, hay élites francesas, luego están las de los “países frugales”, y luego están las élites de ciertos países reticentes a aceptar el federalismo europeo (Hungría, Polonia). Por lo tanto, ¿hay una connivencia de intereses entre las élites políticas y económicas europeas?


Pues, a veces puede haberla, pero por regla general es difícil. Y esto es precisamente el motivo por el cual yo no hablaría de una “complementariedad” con las élites estadounidenses, sino directamente de una sumisión de los países de la UE por parte de los Estados Unidos. ¿Y esto por qué? Esto es lo que se explica en un artículo de 2017 titulado “La Unión Europea: una estratagema china al servicio de los Estados Unidos”. En realidad, la geopolítica estadounidense en lo que respectaba a la CEE era limitar la movilidad táctica y estratégica de los países de Europa Occidental imponiéndoles una unidad política absurda (una biocenosis que tratara de actuar como si no lo fuera), a través de la “estratagema de las cadenas”. Y de eso se percató Charles de Gaulle al decir en su conferencia de prensa del 15 de mayo 1962 que, a falta de obtener acuerdos, porque Europa es una colección de Estados, y no un “pueblo europeo” que no existe, los países europeos se colocarían detrás de un “federador exterior”. Cito al general De Gaulle:


“Quisiera hablar particularmente de nuestra objeción contra la integración. A esta objeción se nos opone lo siguiente: “Fusionemos juntos los seis Estados en una entidad supranacional; así todo será muy simple y muy práctico.” Esta entidad nacional no se propone, porque sencillamente no existe. No existe hoy un federador en Europa que tenga la fuerza, el crédito y el atractivo suficientes. Entonces la gente se repliega en una especie de híbrido y dice: “bueno, al menos que los seis Estados acepten someterse a lo que habrá sido decidido por una cierta mayoría.” Al mismo tiempo se dice: ya existen seis Parlamentos europeos - seis parlamentos nacionales más exactamente -, una Asamblea parlamentaria europea, incluso hay una Asamblea parlamentaria del Consejo de Europa, […]. Pues pese a todo ello, elijamos otro Parlamento, que llamaremos europeo, y que dictará la ley para los seis Estados".

Son ideas que tal vez puedan encantar a algunas mentes, pero no veo cómo podrían hacerse realidad en la práctica, aunque dispongamos de seis firmas sobre un papel. ¿Existe acaso una Francia, una Alemania, una Italia, una Bélgica, un Luxemburgo, que estén dispuestos a hacer, respecto de una cuestión importante para ellos desde el punto de vista nacional e internacional, lo que les parecería malo, porque habrá sido ordenado por otros? ¿Acaso el pueblo francés, el pueblo alemán, el pueblo holandés, el pueblo belga, el pueblo luxemburgués, piensan en someterse a leyes votada por diputados extranjeros, a partir del momento en que dichas leyes irían en contra de su voluntad profunda? ¡No es cierto! No hay manera, en el momento actual, de hacer que una mayoría extranjera pueda someter a naciones recalcitrantes.


Es cierto que, en esta “Europa integrada”, como se suele decir, tal vez no habría política en absoluto. Esto simplificaría mucho las cosas. En efecto, a partir del momento en el que no habría ni Francia, ni Europa, que no habría política porque no podríamos imponer ninguna a cada uno de los seis Estados, nos abstendríamos de hacer política.


Pero entonces, este mundo se pondría a la cola de alguien de fuera que sí tendría una política. Tal vez habría un federador, pero no sería europeo. Y no sería la Europa integrada, lo que habría sería algo mucho más amplio y mucho más extenso, con, lo repito, un federador. Tal vez sea esto lo que, en cierta medida y en ocasiones inspira algunas declaraciones de tal o cual partidario de la integración de Europa. Entonces, sería mejor que lo digan.”


Con el término “federador exterior”, el general De Gaulle no nombró explícitamente a ningún país, pero todo el mundo en el planeta supo a quién se refería.


Después, los críticos del PCE dicen algo que me suscita una duda: “La UE tiene casi tantas tropas desplegadas fuera de su territorio como la OTAN”. ¿La UE tiene tropas desplegadas? ¿Existe un ejército europeo y no me he enterado? ¿No querrán decir que (por ejemplo) Francia tiene desplegadas tropas en África? Pues entonces hablamos de una cosa diferente, que son los imperialismos francés, alemán, belga, holandés, británico cuando estaba en la UE, etc.


Voy a dar un ejemplo concreto: en 2010 Francia intervino militarmente en Costa de Marfil porque el presidente Laurent Gbagbo quiso salir del franco CFA, para colocar en el poder al agente del FMI Alassane Ouattara. ¿Francia necesitó a la UE para hacer esto? No. En 2011, por mediación decisiva del agente israelí Bernard-Henri Lévy (2), Sarkozy decidió intervenir en Libia, destruyendo al régimen de Gaddafi. ¿Francia necesitó a la UE para hacer esto? No. Por lo tanto, mucho cuidado cuando se habla del “imperialismo europeo”, porque eso es otro concepto oscuro y confuso.


“39. La UE es una institución básicamente oscurantista y antidemocrática, que intenta actuar como un superestado con los procedimientos propios de un organismo internacional. La toma de decisiones alejada de los elementos en los que se expresa la soberanía popular, ha permitido que se legisle al servicio de los lobbies del gran capital con poca capacidad de intervención. Cualquier intento de mínima democratización de la UE está condenado al fracaso, como vimos con los acuerdos por la puerta de atrás para las instituciones europeas de 2019.”

Lo que dicen es más o menos exacto, pero hay que hacer unas puntualizaciones. Primero, pareciera como si ellos deseasen una “democratización” de la UE, pero lamentan constatar que no es posible. Pero es que sería imposible en cualquiera de los casos, porque para que haya una democracia (poder del pueblo), lo primero es que haya un pueblo. Y, pese a las fantasías de los más europeístas, no existe tal pueblo europeo.


Después, dicen que la UE funciona con los procedimientos propios de un organismo internacional. El problema no es ser una organización internacional. La OCS (Organización para la Cooperación de Shanghái) es una organización internacional y funciona. La Agencia Espacial Europea es una organización internacional y funciona. La ONU es una organización internacional, y pese a tener muchos defectos, su funcionamiento es muy distinto del de la UE. El problema de la UE no es que sea una organización internacional, sino supranacional, lo cual es muy distinto.

Otra cosa que me llama la atención, es que ellos hablan de “lobbies”. Según su tesis sobre el “capital financiero europeo”, entonces los lobbies presentes en los pasillos del Parlamento Europeo deberían ser europeos, ¿no? Pues sin embargo, de entre estos lobbies están Monsanto o Philip Morris, por dar algunos ejemplos.


Por último, es totalmente cierto que cualquier intento de mínima democratización de la UE está condenada al fracaso, pero no estaría de más que expliquen por qué, y sospecho que ellos lo ignoran. Para reformar los tratados, en virtud del artículo 48 del Tratado de la Unión Europea, hace falta la unanimidad de los Estados miembros. Ojo, ¿esto quiere decir que jamás habrá unanimidad para nada? No, en absoluto, y menos aún si hay presiones estadounidenses. Por ejemplo yo me imagino perfectamente una unanimidad para aceptar en el seno de la UE a Macedonia del Norte. ¿Pero una unanimidad para que el BCE esté sometido a control democrático? Imposible.


“40. La pandemia global de la COVID-19 ha demostrado el absoluto fracaso de la UE como proveedora de cualquier servicio básico para la ciudadanía. La UE ha demostrado no ser más que una esclerótica estructura burocrática más preocupada por salvaguardar los sacrosantos principios del libre comercio antes que proteger la salud de la población.”

Aquí hay poco que añadir, más allá de confirmar que, si la UE es una estructura “esclerótica”, es porque es bastante complicado poner de acuerdo a 27 países con intereses divergentes. A no ser que haya un país más fuerte que imponga su política al resto. Pero esto ya no sería una “comunidad de naciones”, sino una estructura imperial (desde las coordenadas del materialismo filosófico, se podría hablar de “imperio metapolítico”).


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