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10.11- Artículo extra: homenaje a Martín Licata - Cómo ha de debatir un comunista



Un viejo Antonio me enseño hace tiempo, que el debate es dialéctica y para saber qué es un debate hay que saber qué es y cómo funciona la dialéctica. Por eso sólo el proletariado sabe debatir; me dijo también que lo que hace la burguesía es imponer su ideología y que por eso la ideología dominante es la ideología burguesa.


Sin embargo hay muchos que no están de acuerdo con esto, y llaman debate a cualquier cosa y con cualquier cosa arman un debate de cualquier modo. Confunden el debate con el quilombo y cuanto más quilombo más debate. De ahí que para ser demócratas al estilo burgués haya que estar repitiendo los mismos quilombos con distintas excusas. Pero los comunistas somos partidarios del gulag, de las purgas, el stalinismo, las chekas... No nos gusta el quilombo, lo que nos gusta es debatir. Pero cuando lo hacemos, nos dicen de todo: intolerantes, fundamentalistas, dogmáticos... Nos acusan de estar contra la libertad de expresión.


En un debate los comunistas procedemos de la siguiente manera:


Cuando no sabemos algo o no estamos seguros de nuestros conocimientos, tomamos una actitud prudente. No participamos o, si lo hacemos, no tratamos de aparentar ante los demás que sabemos algo de lo que no estamos seguros. Nos informamos antes de intervenir. Consideramos que si cometemos un error por falta de información, es como engañar a los camaradas y ningún camarada se merece eso de uno. El engaño es un rasgo de la ideología burguesa y el que está continuamente engañando es un burgués, por mucho que nos llame “camaradas”.

Si el debate es dialéctica, lo primero que hay que decir, enseñar y exigir a los camaradas, es que no engañen a los demás porque si no, no nos están tratando como camaradas sino como enemigos. Sólo un enemigo trata de engañarte. Cuando a un burgués se le plantean las cosas así, trata de escaparse por estos caminos:


1- “Yo no sabía”, “estaba equivocado”, “lo dije de buena fe”, etc. Si el sujeto reacciona así, además de burgués tenemos delante de nosotros a un mentiroso, porque sí lo sabía. Por lo tanto, cuidado con este sujeto porque te engaña dos veces: engaña primero cuando debate y engaña después cuando trata de justificarse.


2- “Esa es tu opinión”, “es tu punto de vista”, “yo respeto pero no comparto”, etc. Así responde el burgués acorralado, cuando ya no tiene más argumentos. En lugar de autocriticarse (a sí mismo), reconocer su error y darte la razón, lo que hace es decir que él no tiene razón pero vos tampoco. Refleja el individualismo, el relativismo burgués, el subjetivismo: la verdad (absoluta) no existe, todo depende del color del cristal de las gafas con que se analicen las cosas...

1 comentario

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Esta muy interesante, pero es un poco corto el articulo, ojala se hubiese extendido mas el camarada por que esta excelente

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