top of page

16.9- Defendiendo a Mao, contestación a Roberto Vaquero y a su libro "Desmontando a Mao" (Parte I)

por Iván Martín García


Resumen: En el presente texto, ustedes, van a poder leer una crítica al libro de Roberto Vaquero denominado Desmontando a Mao. En este libro Roberto Vaquero intenta demostrar que el Presidente la República popular China fue un pésimo revolucionario, un oportunista y un revisionista, lo cuál considero un error y vengo a demostrar la verdad en los hechos y así desmentir las injurias vertidas por Roberto. En este texto hablaremos sobre diferentes cuestiones como los posicionamientos internacionales de China, sobre la dialéctica maoísta, sobre si las postulados maoístas son contradictorios con el marxismo e incluso hablaremos de Hoxha y su amor-odio hacia Mao. Antes de comenzar con el análisis en profundidad sobre dicho texto me gustaría puntualizar que esto no va dirigido contra Roberto Vaquero, ya que no tengo nada personal contra él, sino más bien es una contestación a su libro y aclarar que este texto es un desmontaje ideológico, no personal. En último lugar, me gustaría mandar agradecimientos a Héctor, (ecidlm se denominaba en Twitter) ya que gracias a él, que me ha pasado infinidad de libros, he podido hacer, con muchísima más rigurosidad y exactitud, este análisis en profundidad. Dicho esto, comencemos a desmontar ‘Desmontando a Mao’


Palabras claves: Mao, Roberto Vaquero, China, socialismo, revolución.




I. Los periodos de posicionamiento internacional de China.

Sin entrar en rodeos comenzamos puntualizando que Roberto Vaquero sostiene que Mao y Stalin estaban enfrentados ‘debido a las desviaciones ideológicas y errores filosóficos del dirigente chino, que lo llevaron a cometer graves errores prácticos’ (Roberto, 2014) siendo esto erroneo, ya que en 1951 Mao recibía la siguiente carta de Stalin:


Nota – La siguiente carta de J. Stalin ha sido extraída de «J. Stáline. Últimos Escritos». Ediçoes Pensamento e Acçao. Lisboa, abril 1975, pág. 147. La traducción al español es responsabilidad de Gran Marcha Hacia el Comunismo. Madrid, agosto 2013.


Carta al presidente del Gobierno central popular de la República popular de China, presidente Mao Tsetung – 2 Septiembre 1951 Le agradezco a usted, camarada Presidente, por el elevado aprecio que tuvo en cuanto al papel de la Unión Soviética y de sus fuerzas armadas en la causa por la derrota de las fuerzas agresivas niponas. El pueblo chino y su ejército de liberación, a pesar de las intrigas del Kuomintang, tuvieron un gran papel en la causa de la liquidación del imperialismo nipón. La lucha del pueblo chino y de su ejército de liberación facilitó la derrota final de las fuerzas agresivas niponas. No puede haber duda que la indestructible amistad de la Unión Soviética con la República Popular de China sirve y servirá a la causa de garantía de la paz en el Extremo Oriente contra todos y cualesquiera agresores e incendiarios de guerras. Le pido, camarada Presidente, que acepte las felicitaciones de la Unión Soviética y de sus fuerzas armadas con motivo del sexto aniversario de la liberación de Asia Oriental del yugo imperialista nipón. ¡Viva la gran amistad de la República Popular de China y de la Unión Soviética! ¡Viva el Ejército Popular Liberador de China!
El Presidente del Consejo de Ministros de la URSS J. Stalin 2 de Septiembre de 1951 “Pravda”, 3 de Septiembre de 1951

Con esto no quiero afirmar que no haya habido diferencias ideológicas entre ambas naciones, que las hubieron, pero de ahí a decir que ambos países no era aliados y que ambos presidentes no eran camaradas, es emborronar lo verdaderamente ocurrido.


Mas adelante Roberto sostiene que ‘el cambio de políticas a nivel internacional se debió a los intereses oportunistas de Mao, a los intereses imperialistas de China(Roberto, 2014), cuando Mao defendía en 1956 que ‘en el plano internacional’ deben unirse ‘con todas las fuerzas unibles, trabajar porque se tornen neutrales las que aún no lo son, e incluso disgregar y utilizar fuerzas reaccionarias. En una palabra, debemos movilizar todas las fuerzas, directas e indirectas, en favor de la lucha por transformar a China en un poderoso país socialista’ (Mao 25 de abril de 1956) por tanto, cuando llegaron al poder, unos años mas tarde, se dieron cuenta que la revolución internacional debe darse de poco a poco en cada país sin presiones externas y que la labor principal de un partido comunista en el poder es continuar en el mismo para desarrollar la dictadura del proletariado, desarrollar la economía nacional y así conseguir la supresión de la lucha de clases a nivel nacional e internacional. En definitiva, que después de la caída de LinPiao en 1971 no hubo un cambio en la política internacional, si no un continuismo de lo que ya defendían en 1956. Por otra parte, hablar de imperialismo chino, en la era de Mao, es contraproducente desde el leninismo, ya que la definición del imperialismo ‘debe incluir los siguientes cinco rasgos básicos: 1) la concentración de la producción y del capital ha alcanzado un punto tan elevado de desarrollo, que ha creado los monopolios, decisivos en la vida económica; 2) la fusión del capital bancario con el industrial y la formación, sobre la base de este “capital financiero”, de la oligarquía financiera; 3) la exportación de capital, a diferencia de la exportación de mercancías, adquiere una importancia excepcional; 4) la formación de asociaciones capitalistas monopolistas internacionales, que se reparten el mundo; y 5) la culminación del reparto territorial del mundo entre las grandes potencias capitalistas’ (1966, Lenin) y China en aquella época no cumplía ninguna de las 5 características, ya que era un país subdesarrollado sin fuerza económica ni presencia económica internacional.


Además, Roberto Vaquero, dice que Mao fue un oportunista por apoyar a Pinochet, a lo que les voy a dejar un trozo de la entrevista hecha a Deng Xiaoping por la periodista Oriana Fallaci que explica el porqué de esa decisión:


Pregunta: Cuando murió Franco, las primeras flores que llegaron para su ataúd fueron las flores de los chinos. Y fueron firmados por Chou En-lai.


Respuesta: Bueno, cuando enviamos esas flores para el funeral de Franco. . . Escuche, lo que teníamos en mente, no era Franco, era el pueblo español, nuestro deseo de mejorar la relación gubernamental con los españoles. Nuestras opiniones sobre ciertos individuos no deberían afectar nuestras acciones. En cuanto a Franco, no hemos cambiado nuestro juicio histórico sobre él, te lo prometo. Y lo mismo para el emperador de Japón, pero tenemos buenas relaciones con Japón. El hecho es que no podemos proyectar los problemas del pasado en la realidad presente.


P: Pinochet no es el pasado, señor Deng, es el presente. Los dictadores argentinos no son el pasado, son el presente. Sin embargo, tratas con Pinochet y con los dictadores argentinos, solo para dar un ejemplo.


R: El caso de Argentina es diferente. Argentina está bajo un gobierno militar. Tratamos con Argentina como país, siempre manejamos estos asuntos en interés de nuestras relaciones con un país y un pueblo. Sí, este es nuestro principio. En cuanto a Chile, escucha. Sé que muchos amigos progresistas no entienden nuestra actitud hacia Chile pero, hablando con franqueza, puedo decirles que hicimos cosas buenas allí. Ahora déjame explicarte mejor. Allende fue amigo de China, aún conservamos su memoria. Fue un amigo aunque se dejó influenciar por la Unión Soviética. De hecho, el primer ministro Chou En-lai le dio un consejo sincero: no seguir a la Unión Soviética en todo lo que ella dijera, no adoptar una política de ultra izquierda, de lo contrario se encontraría aislado. Bueno, cuando mataron a Allende y las fuerzas democráticas de Chile se metieron en grandes dificultades, estudiamos la cuestión de si deberíamos mantener una embajada allí o cortar nuestras relaciones. Entonces pensamos que deberíamos quedarnos. Cuando miramos ciertos problemas delicados y complejos, debemos ser previsores, ver y adoptar un punto de vista a largo plazo y considerar los intereses generales. (Oriana Fallaci, 1980)


En definitiva, Mao no es que fuera o dejara de ser oportunista, si no que aplicaba la política de no intervención en los países y buscaba los intereses de la nación política china, ya que aprendieron que meterse en los países no sirve de nada, sólo para encarcelar a los suyos, como le paso en la URSS cuando lucho contra Kruchev y para generar un estancamiento económico y un aislamiento que solo generara escases, como le ocurrió a Albania. Es curioso ver como la URSS tenia relaciones económicas con EEUU, hizo el pacto Ribbentrop-Mólotov con los nazis y no veo a nadie del frente obrero ni del PMLRC decir que esos actos son imperialistas ni oportunistas, si no que en este caso, comprenden, acertadamente, que son estrategias en la geopolítica internacional, pero claro, si Mao plantea una línea geopolítica clara, ya automáticamente esta mal. Esto me hace llegar a una conclusión, cómica, pero clara; el PMLRC en su web tienen una revista teórica llamada De Acero y el 17 de marzo de 2022 publicaron un numero llamado ‘sobre el paradigma anticomunista’, y yo le daría una vuelta a ese título y haría una explicación de su relación con Mao llamada ‘paradigma anti china’, ya que todo lo que hace China, esta mal, aunque Stalin lo haya hecho antes, con las mismas objeciones, pero si lo hace Stalin esta bien, ya que fue un gran revolucionario y nunca se equivoca, pero si lo hace Mao ya esta mal ya que siempre se equivoca, aunque sean las mismas conclusiones sobre un caso parecido.


Por ejemplo, Mao dice de hacer negocios y coexistencia pacifica con EEUU para desarrollarse y esto para Roberto Vaquero es una desviación ideológica imperdonable, mientras que si lo dice Stalin lo considera un análisis ejemplar, que ademas, Stalin lo sostenía como mostramos a continuación:


En primer lugar, Rusia es un país económicamente atrasado, y le resulta muy difícil organizar el transporte, desarrollar la industria y electrificar la industria de la ciudad y del campo con sus propias fuerzas, sin trocar las materias primas de que dispone por maquinaria e instalaciones de los países occidentales. En segundo lugar, Rusia constituye hasta ahora una isla socialista, rodeada por Estados capitalistas más desarrollados industrial mente y que lo son hostiles. Si la Rusia Soviética tuviese como vecinos a un Estado soviético grande o industrial mente desarrollado o a varios Estados soviéticos, podría establecer con facilidad la colaboración con dichos Estados sobre la base del trueque de materias primas por maquinaria e instalaciones. Pero mientras no sea así, la Rusia Soviética y nuestro Partido, que dirige el gobierno, se ven precisados a buscar formas y procedimientos de cooperación económica con los grupos capitalistas hostiles del Occidente, a fin de obtener las máquinas necesarias hasta que triunfe la revolución proletaria en uno o en varios países capitalistas industriales. La forma concesionaria de relaciones y el comercio exterior son los medios a emplear para conseguir este objetivo. De otro modo sería difícil esperar éxitos decisivos con la edificación económica, en la electrificación del país. Este proceso será, indudablemente, lento y doloroso, pero inevitable, ineluctable, y lo que es inevitable no deja de serlo porque algunos camaradas impacientes se pongan nerviosos y exijan resultados rápidos y operaciones espectaculares.
(Stalin, 1921-1923)

Por otra parte, es cuanto menos contradictorio decir que China es revisionista por buscar acuerdos comerciales con EEUU, cuando Hoxha hizo lo mismo con la dictadura que azotaba Grecia, ya que en ‘la década de 1970 Albania y Grecia vieron otro acuerdo comercial’, y ‘Hoxha afirmó que las relaciones eran buenas’ (Alexandros Nafpliotis, 2009). Es decir, que tras años de diálogos, bajadas de tensiones entre ambos países, consiguieron la coexistencia pacifica de la que hablaba Mao. Aun sin saberlo, estaba aplicando la teoría de coexistencia pacifica maoísta.


En último lugar, hay que recordar que cuando Stalin hizo una entrevista con el ex-gobernador de Minnesota, Harold Stassen, el ex-gobernador le dijo que ‘ha habido muchas afirmaciones sobre no poder cooperar. Algunos de estos fueron hechos por el propio Generalísimo antes de la guerra,’ Stalin, impresionado, contesta que ‘’no es posible que haya dicho que los dos sistemas económicos no pueden cooperar. Las ideas de cooperación fueron expresadas por Lenin. Podría haber dicho que un sistema era reacio a cooperar, pero eso solo afectaba a un lado. Pero en cuanto a la posibilidad de cooperación, me adhiero a Lenin, quien expresó tanto la posibilidad como el deseo de cooperación. En cuanto al deseo de la gente de cooperar por parte de la URSS y el Partido, es posible, y los dos países sólo podrían beneficiarse de esta cooperación’’.(Stalin, 9 de abril de 1947)


Roberto Vaquero se basa en el informe al VII Congreso del PTA, 1 noviembre 1976, para supuestamente desmontar la tesis maoísta de que el imperialismo norteamericano ha dejado de ser un peligro, cuando directamente esta premisa es completamente falsa, ya que China se acercó a EEUU para conseguir su asiento en la ONU y al final resulto positivo ya que han conseguido tener derecho a veto en la ONU.


Hoxha fue un gran defensor de China, dijo que China merecería estar sentada en la ONU, y por eso se alió a EEUU, como estrategia geopolítica, y en vez de encontrarse con el apoyo de un país hermano, Hoxha prefirió atacar a Mao como si de Satán se tratase.


China es una de las grandes potencias del mundo y, sin ella, es imposible solucionar los grandes problemas internacionales. Expresando la firme voluntad del pueblo albanés, nuestro Gobierno defenderá con todas sus fuerzas la admisión de la República Popular China en la Organización de las Naciones Unidas.
(Enver Hoxha, 25 de mayo de 1956 )


Por otra parte, Deng afirmaba que hay que llevarse bien con EEUU para intentar retrasar una guerra mundial inevitable debido al carácter imperialista de la URSS, ya que sospechaba que el primer objetivo de la Unión Soviética será China, y algunos amigos de China les mostraban información de las fuerzas que los soviéticos siguen concentrando en las áreas cercanas a China ... esto nunca ha sido un secreto para los chinos, y que invadir China es un gran paso para la Unión Soviética. Incluso si los soviéticos ocuparan Pekín y las áreas al norte del río Amarillo, para, los chinos solo significaría el comienzo de la guerra.’ (Oriana Fallaci, 1980) por tanto aliarse a EEUU no era por que no consideraran a EEUU un problema en el mediano, largo plazo, tal y como vemos hoy con la guerra fría, si no por que su principal enemigo, con un plan que posibilitaba la invasión hacia China era la URSS y no EEUU, y a quien tiene como país fronterizo es a la URSS no a EEUU. Es estrategia geopolítica, para que la correlación de fuerzas consiguiera evitar la guerra, como finalmente ocurrió.


Mas tarde Roberto Vaquero sostiene, acertadamente, que el imperialismo norteamericano seguía siendo (y es) el imperialismo más agresivo. (Roberto, 2014) Cosa que los chinos sabían, lo que ocurría, como comente con anterioridad, es que la invasión soviética hacia China, hacía peligrar la revolución China. Luego Roberto Vaquero se equivoca al decir que es obligación de todos los revolucionarios no otorgar concesiones y luchar sin tregua por acabar con él (con el imperialismo). Esto no significaba seguir el juego al otro bloque. Entre estos dos bloques era necesario crear una alternativa que los denunciara, desenmascarara y luchara contra los mismos. Entre los dos fuegos de la reacción y el imperialismo hay que apostar por crear un nuevo fuego en contraposición a los dos anteriores’.(Roberto, 2014) Se equivoca al afirmar que ni Mao, ni Deng lucharon contra el imperialismo, ya que en eso se basa la teoría de los 3 mundos, unir a los países que eran colonias y a los neutrales contra los imperialistas. Es decir, que para Mao los países pobres y colonizados son el 3º mundo y los neutrales y países en desarrollo son el 2º mundo y los imperialistas el 1º mundo; por tanto el 2º y 3º mundo debían unirse contra el 1º mundo y así destruir al imperialismo, es decir, a EEUU y a la URSS, pero este tema lo dejare para un capítulo posterior, en el cuál explicare con mucho mas detalle.


II. Posición internacional de China respecto a la URSS y Jruschov


Roberto Vaquero sostiene que ´la mayoría de la gente piensa que Mao fue un antirrevisionista consecuente, que fue un faro del marxismo-leninismo enfrentado a todo tipo de desviacionismo. Nada más alejado de la realidad. Mao actuó como aliado o enemigo del revisionismo soviético en función de sus intereses para convertir a China en una superpotencia capitalista , objetivos que se han terminado cumpliendo, como podemos ver en la China de hoy. Mao se enfrentó a la URSS de Kruchev porque era lo que le convenía por cuestiones oportunistas, no por cuestiones ideológicas (Roberto, 2014) siendo esto un error histórico. Procedamos a leer a Mao y luego a hacer un análisis.


En el transcurso del año pasado se desataron varias grandes tempestades en el plano internacional. El XX Congreso del PCUS lanzó su violento ataque a Stalin ; posteriormente, los imperialistas levantaron dos grandes tormentas anticomunistas y, en el movimiento comunista internacional, también se desplegaron dos grandes y tempestuosas polémicas. Algunos Partidos europeos y americanos salieron seriamente afectados de dichas tempestades y sufrieron pérdidas considerables, en tanto que el impacto y las pérdidas en los Partidos de los países de Oriente fueron relativamente pequeños. Bastó que el XX Congreso del PCUS hiciera lo que hizo para que algunos de los que se habían presentado como fervientes partidarios de Stalin pasaran a combatirlo con igual fervor. En mi opinión, ellos han dejado de lado el marxismo-leninismo, no tienen un enfoque analítico de los problemas y, en fin, carecen de moral revolucionaria. El marxismo-leninismo conlleva, entre otras cosas, la moral revolucionaria del proletariado. Ya que ustedes Fueron antes tan ardientes partidarios de Stalin, ¿no tendrían que haber explicado de alguna manera su actual viraje? Pero, sin brindar la menor explicación, han dado de repente un viraje de reo grados, como si estas Sus Señorías nunca jamás hubieran sido partidarios de Stalin, no obstante haberse adherido a él, en el pasado, de manera muy fervorosa. El problema de Stalin atañe al movimiento comunista internacional en su conjunto y a los Partidos Comunistas de todos los países. La aplastante mayoría de los cuadros de nuestro Partido están descontentos con el XX Congreso del PCUS y consideran que ha ido demasiado lejos al atacar a Stalin. Este es un estado de ánimo natural, una reacción natural. Sin embargo, unos cuantos vacilaron. Cada vez que se avecina un tifón anunciando un aguacero, las hormigas salen de sus galerías, pues poseen un "olfato" muy fino y entienden de meteorología. Al desatarse el tifón del XX Congreso del PCUS, también en China salieron de sus galerías algunas hormigas. Se trata de los elementos vacilantes de dentro del Partido, que cambian de posición cada vez que se les presenta determinada coyuntura. Al oír decir que habían acabado con Stalin de un mazazo, se frotaron las manos y se pasaron al otro lado, gritando vivas y afirmando que Jruschov tenía razón en todo y que estas Sus Señorías venían sosteniendo lo mismo desde hacía mucho. Pero más tarde, al recibir unos cuantos garrotazos del imperialismo y otros tantos dentro del movimiento comunista internacional, hasta el propio Jruschov se vio obligado a cambiar un poco de tono, y entonces ellos volvieron, en su tambaleo, a este lado.
(Mao, 18 De Enero)

Ahora procederemos a leer un extracto de Enver Hoxha.


El Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética, el cual, en carta dirigida al Comité Central del Partido del Trabajo de Albania, el 13 de agosto de 1960, subraya: “Las relaciones entre el Partido del Trabajo de Albania y el Partido Comunista de la Unión Soviética, fundadas en los principios del internacionalismo proletario, siempre han sido verdaderamente fraternales. La amistad entre nuestros partidos y pueblos jamás se ha visto eclipsada por desacuerdos o distanciamientos. Las posiciones del Partido del Trabajo de Albania y del Partido Comunista de la Unión Soviética sobre las cuestiones más trascendentales del movimiento comunista y obrero internacional y de la política exterior han coincidido” Entonces, ¿en qué consiste nuestra falta? Nuestro único “crimen” es no haber aceptado en Bucarest que se condenara injustamente a un partido comunista hermano como lo es el Partido Comunista de China, nuestro único “crimen” es el haber tenido la valentía de oponernos abiertamente en una reunión comunista internacional (y no en una plaza de mercado), a los injustos actos del camarada Jruschov, nuestro único “crimen” es que somos un pequeño Partido, el Partido de un país pequeño y pobre, que, según las concepciones del camarada Jruschov, debe contentarse con aplaudir, con aprobar, pero sin expresar su opinión. Pero esta concepción no es marxista ni es admisible. Es el marxismo-leninismo el que nos ha dado el derecho a exponer nuestras ideas y nadie nos lo puede quitar, ni con presiones políticas o económicas ni con amenazas o los epítetos que puedan aplicarnos. En esta ocasión quisiéramos hacer la siguiente pregunta al camarada Jruschov: ¿Por qué no nos hizo tal declaración = nosotros, en vez de a un representante de un tercer partido? ¿0 es que el camarada Jruschov piensa que el Partido del Trabajo de Albania no tiene puntos de vistas propios, que ha hecho causa común, de una forma carente de principios, con el Partido Comunista de China y que, por con:- siguiente, se puede dialogar con los camaradas chinos acerca de los problemas de nuestro Partido? No, camarada Jruschov, usted persiste en sus errores y tiene una muy mala opinión de nuestro Partido. El Partido del Trabajo de Albania tiene sus propios puntos de vista, de los que responde tanto ante su pueblo como ante el movimiento comunista y obrero internacional.
(Enver Hoxha, 16 de noviembre de 1960)

Es decir, Mao en el 1957, ya tenia una enemistad clara contra Jruschov, mientras que Hoxha decía que solo eran diferencias ideológicas. Esto me hace concluir que Hoxha solo atacó a Kruchev, no por el tema de Stalin, cosa que decía que eran diferencias ideológicas, si no por que Kruchev, como buen revisionista que es, se puso a atacar a Albania hasta el punto que la relación fue insostenible, tenemos que recordar que el XX congreso del PCUS fue en 1956 y en 1957 Hoxha escribía lo siguiente:


Después del brindis hablamos de la visita de Jruschov a Albania. En esta conversación tomaron parle todos los camaradas de la dirección soviética. Muchos dijeron en broma: “¿Por qué no vamos a Albania a celebrar una reunión del Presidiurm?” Todos decían estar de acuerdo con esta idea e inclusive proponían llevar a cabo una reunión del Pleno”. Molotov declaró al brindar entre otras cosas: “Pertenezco a esa categoría de hombres que antes de la Segunda Guerra Mundial no dieron importancia a Albania. Ahora nuestro pueblo se enorgullece de tener un amigo tan valiente. Albania y la amistad que nos une a ella tienen una importancia simbólica e internacional. La Unión Soviética tiene muchos amigos pero no todos son iguales. Albania es la mejor amiga de la Unión Soviética. Hagamos este brindis porque la Unión Soviética tenga amigos tan íntegros y fieles como Albania”. En el curso de la cena yo y Hysni hicimos también un brindis.
(Enver Hoxha, 3 de enero de 1957)


China luchaba contra Jruschov mientras que Hoxha se codeaba y hacia fiestas con los revisionistas, ademas, China organizaba grupos maoístas en la URSS, como comenté con anterioridad, para eliminar a Jruschov de la vida política.


Procedo a dejar un articulo escrito por Alexei Volynets llamado Historia de la disidencia maoísta en la Unión Soviética, traducido al español por la Asociación de amistad con China, en la que se demuestra que mientras Hoxha, como muestro arriba, codeaba con Kruchev, Mao luchaba, en territorio soviético, para destruir a Kruchev.


Desde la década de 1960 hasta la década de 1980, decenas de grupos maoístas operaron en Rusia luchando contra la “degeneración burguesa” de la burocracia.


Cuando se escribe la historia del movimiento disidente en la Unión Soviética, el sector “democrático” y pro-occidental de este movimiento recibió la mayor parte de la atención por razones bastante obvias. Se presta menos atención a los nacionalistas del “partido ruso” y a los diversos disidentes de izquierda. Pero, de lejos, los grupos de disidentes más desafortunados son los seguidores del presidente Mao, los "Guardias Rojos" soviéticos. Ambos han sido dejados fuera de la historia por las “voces occidentales” de esos años y han sido ignorados por la memoria histórica contemporánea de todos los demás grupos, sin embargo, quienes intentaron repetir las lecciones de la “Gran Revolución Cultural” en la Unión Soviética no fueron menos que quienes predicaron los modelos de democracia al estilo occidental en la Unión Soviética.


Después de la muerte de Stalin, especialmente después del XX Congreso del PCUS, para muchos ciudadanos de la URSS que creían sinceramente en el bolchevismo, el líder del “Movimiento Comunista Internacional” se convirtió naturalmente en Mao Zedong. El camarada Mao, un antiguo partisano honrado, que dirigía bajo su bandera roja el país más poblado del mundo, parecía tener la sabiduría adquirida para desempeñar con mucha más eficacia el papel de líder mundial que el de un burócrata profesional del partido con una biografía poco clara como la de Nikita Sergeyevich Khrushchev.


El pueblo Soviético a favor del socialismo leninista ciertamente, el líder soviético se sintió incómodo con este hecho. Por ejemplo, en marzo de 1962, cuando un trabajador de 40 años llamado Kulakov, miembro del Partido Comunista Soviético, que trabajaba en la construcción de la central hidroeléctrica de Bratsk en la región de Irkutsk, envió una carta a Khrushchev. En la carta, el proletario fue muy claro con sus palabras al Primer secretario del Comité Central:


“Las masas del pueblo soviético creen que usted es enemigo del Partido de Lenin y Stalin. En una palabra, eres un trotskista vivo... V.I. Lenin soñó con hacer de China un amigo del pueblo soviético y este sueño fue realizado por el camarada Stalin, pero ustedes han destruido esa amistad. Mao está en contra de su profanación del Partido Leninista y de Stalin. Lenin y Stalin lucharon audazmente contra los enemigos de la revolución y salieron victoriosos en la batalla abierta sin temer el encarcelamiento. Eres un cobarde y un agente provocador. Mientras el camarada Stalin estaba vivo, le besaste el culo y ahora le echas tierra encima...”.
Por esta carta, el trabajador Kulakov fue condenado a un año de prisión, acusado de “propaganda anti soviética”. Y declaraciones similares, algunas de ellas públicas, no faltaron. En Kiev el 18 de marzo del mismo año (1962) durante las elecciones al Soviet Supremo de la URSS, un presidente koljosiano de 45 años de nombre Boris Loskutov y miembro del Partido Comunista Soviético, distribuyó volantes con el texto: “Viva el Partido Leninista sin el charlatán y traidor a Khrushchev.
La política de este loco ha llevado a la pérdida de China, Albania y millones de nuestros antiguos amigos. El país ha llegado a un callejón sin salida. Cerremos filas. Salvemos el país”.

NOTA de TRADUCCIÓN: Koljosiano, se refiere al presidente de una granja cooperativa.


El presidente del koljoz arrestado, fue posteriormente condenado a cuatro años de prisión. En la noche del 18 de junio de 1963 en la ciudad de Mena de la región de Chernigovskaya en Ucrania, un artista de teatro de la ciudad de 27 años, Iván Panasetsky, ¡colocó algunas pancartas hechas por él mismo con los lemas “La anarquía a Khrushcheviana mató la verdad durante el gobierno de Stalin para tomar el poder!”; “¡Abajo la anarquía a Khrushchevista! ¡Viva el Partido Comunista Chino!”. “¡Larga vida a Mao Zedong, el líder de los trabajadores en todo el mundo!” En la noche entre el 3 y el 4 de agosto de 1963 en la ciudad de Batumi en Georgia, donde antiguamente el joven Stalin comenzó sus primeras actividades prácticas como revolucionario, tres ciudadanos de la Unión Soviética: G. Svanidze de 28 años, su esposa 24 L. Kizilova, de 23 años, y su camarada V. Miminoshvili, de 23 años (los tres miembros del Komsomol) colocaron volantes con la exigencia de derrocar a Khrushchev y defender la memoria de Stalin. En el texto, los jóvenes miembros del Komsomol habían escrito "¡Nuestro líder es Mao Zedong!" y “¡La URSS necesita a Mao Zedong!”.


El 1 de junio de 1964 en la ciudad de Donetsk, un minero de 37 años, Vasilii Poluban, pegó volantes en la ciudad con el llamado: “¡Apoye los vínculos con la Democracia Popular de China que lucha por la paz mundial y la democracia! ¡Lenin! Stalin! Khrushchev, ¡lárgate!”; “¡Lenin y Stalin vivirán a través de los siglos! ¡Abajo la dictadura de Khrushchev, contaminando las mentes de la clase obrera!”. “¡El Partido de Lenin y Stalin nos llevará a la victoria, a la unidad comunista! ¡Abajo Nikita Khrushchev! ¡Vivan los amigos de China!”.


Estos fueron solo algunos ejemplos de la disidencia roja de aquellos años cuando el líder formal de la URSS, Khrushchev, se opuso al líder informal del “movimiento comunista mundial”, Mao. Estos estados de ánimo en la sociedad, entre otras cosas, también conducirían a la exclusión del poder de Nikita. Pero es notable que incluso después de la renuncia de Khrushchev, aquellos ciudadanos de la URSS que apoyaron las ideas del camarada Mao todavía no pusieran fin a sus actividades.


Además, fue en este mismo momento que la “revolución cultural” en China estaba en su apogeo y muchos ciudadanos soviéticos estaban a favor de aplicar todos los métodos de la Guardia Roja a sus propios burócratas.


De enero a marzo de 1967, un estudiante de 21 años de la escuela de formación aeronáutica: A. Makovsky distribuyó folletos en Moscú en numerosas ocasiones. Folletos en los que, según los investigadores de la Oficina del Prosector General de la Unión Soviética “se propagaban las ideas de Mao Zedong”. Parte de los panfletos estaban esparcidos en la Plaza Roja, cerca del Kremlin.


Vale la pena señalar que esta acción en el kremlin ocurrió un año antes de la muy publicitada "demostración de los ocho" (una protesta en la plaza roja contra la intervención en Checoslovaquia) en agosto de 1968 elogiada hasta el cielo por los medios occidentales.


El 13 de febrero de 1967 en la ciudad de Komsomolsk en el Amur, a 6.000 kilómetros de Moscú, un miembro de Komsomol de 20 años, ingeniero del club de transporte de la ciudad, V. Ermokhin, miembro de Komsomol de 21 años y estudiante del Instituto Médico, M Chirkov y un buzo profesional y comunista de 30 años, P. Korogodsky, pegaron volantes que decían: “¡Mao Zedong es un sol rojo en nuestros corazones! ¡Comunistas proletarios, luchad contra esta pandilla de revisionistas modernos, sucesores de Khrushchev!”.


Casi al mismo tiempo, el 16 de febrero de 1967, en el otro extremo de la URSS, en el Donetsk ucraniano, un minero de 35 años, P. Melnikov, colgó en una cartelera unos folletos escritos de su puño y letra, alabando a Mao Zedong y pidiendo el derrocamiento de Brezhnev.


Estos son solo algunos ejemplos de acciones similares que han sido preservadas por la Oficina del Fiscal y la KGB soviética. Pero además de las acciones individuales en la Unión Soviética de esos años, también se formaron círculos de una organización “clandestina comunista” que se basaba en las ideas y consignas revolucionarias de Mao. Los hermanos Romanenko, los maoístas soviéticos que ganaron fama en China.


Uno de los primeros grupos de este tipo surgió en 1964 en Ucrania, en la región industrial de Kharkov, donde la “tradición proletaria” aún no era un simple cliché propagandístico tardío-soviético. Allí, en la ciudad de Balakleya, no lejos de Kharkov, se formó un grupo marxista bajo el título de "Partido Revolucionario de los Comunistas de los Trabajadores y Campesinos". Sus fundadores fueron los hermanos Adolf y Vladimir Romanenko. Vladimir Romanenko, de 35 años, trabajó como electricista en Kharkov y luego estudió en la Facultad de Periodismo de la Universidad de Leningrado. Su hermano Adolf, de 33 años, trabajaba para un periódico llamado “La hoz y el martillo” en el distrito industrial de la ciudad.


En Leningrado, Vladimir Romanenko conoció a estudiantes de China de quienes recibió literatura maoísta. Ya en septiembre de 1963 los hermanos escribieron una declaración al Comité Central del Partido Comunista Chino con críticas al nuevo programa del PCUS que había sido adoptado en el XXII Congreso en 1961. Una copia de esta declaración fue entregada al ciudadano chino Tchzan.


Dadi, estudiante del Instituto de Leningrado, para ser enviado a China al Comité Central del Partido Comunista Chino.


Como escribiría más tarde el procurador de la región de Járkov en su informe al Kremlin, los hermanos Romanenko “bajo la influencia de la propaganda china, decidieron crear una organización ilegal de izquierda radical porque llegaron a la conclusión de que el PCUS había dejado de representar a los intereses de los trabajadores y paso a ser un partido revolucionario a uno que representaba los intereses de la pequeña burguesía y finalmente se convirtió en una fuerza reaccionaria”.


En septiembre de 1964, Romanenko había terminado de redactar el programa de su proyecto en el "Partido Revolucionario de los Comunistas Obreros y Campesinos". El programa incluía la siguiente declaración:


“La brecha salarial entre el trabajador medio y los grandes especialistas o burocráticos pendencieros, sigue creciendo día a día... y aún ahora los servicios burocráticos e incluso los órganos del autodenominado “Partido del Control del Estado” roban los excedentes de las clases productivas…
La afirmación de que la dictadura del proletariado ha quedado obsoleta, no es necesaria ni para la clase obrera, ni para las clases campesinas sino para aquellos a quienes la sola mención del término dictadura del proletario les da dolor de muelas, por aquellos a quienes les conviene más saquear la plusvalía en el marco de un estado semiburgués “nacional”. Y cuando el partido de gobierno no lucha con esto, sino que ayuda a legalizarlo, entonces este partido es un partido pequeñoburgués…
El PCUS ha llegado a su fin como partido político capaz de conducir a las masas por el camino trazado por el gran Lenin... Por lo tanto, no hay tiempo que perder. Cuanto antes debemos armar a la clase obrera y a los campesinos de los koljóses con la auténtica teoría marxista revolucionaria…
Para hacer esto es necesario crear organizaciones en cada fábrica, en cada planta, en todos los koljóses y las formas estatales (sovkhozes), en todos los establecimientos educativos, en las unidades militares para explicar la naturaleza revisionista del programa del PCUS.”

A fines del otoño de 1964, los hermanos Romanenko fueron arrestados por la KGB. Durante la investigación criminal, Adolf Romanenko continuó expresando plenamente sus pensamientos en el espíritu de la “revolución cultural” del presidente Mao: “Incluso ahora creo que hasta ahora en nuestro país se dan todas las condiciones para el florecimiento de elementos pequeñoburgueses. En mi opinión, mientras los líderes del PCUS tanto en el centro como en la periferia del gobierno, los líderes del gobierno soviético y de los soviets locales, los líderes de los aparatos administrativos tengan todos los privilegios imaginables, mientras la riqueza material se distribuya, desde mi punto de vista, incorrectamente, hasta ese momento, creo que en nuestro país florecerá una ideología pequeñoburguesa. Y los aparatos soviéticos, del Partido y administrativo tratarán de autorizar en la ley sus privilegios y desigualdades en la distribución de las riquezas materiales. Concluyo entonces que la fraternidad y la igualdad están fuera de discusión en esta detención, creo que el PCUS no puede ser expresión de la voluntad del pueblo... Creo que los intereses del pueblo.


trabajador y de la dirección son diametralmente opuestas entre sí y de ahí, creo, que no hay unidad de Partido y Pueblo” Los hermanos Romanenko se salvaron de una larga pena de prisión prácticamente por intercesión de Mao Zedong. Los hermanos fueron arrestados un día antes del Pleno extraordinario del Comité Central de la Unión Soviética donde Khrushchev fue derrocado del poder. Los nuevos líderes del PCUS Brezhnev y Shelepin, encargados de la destitución de Khrushchev, esperaban en ese momento, que sin la necesidad de cambiar las políticas internas e internacionales de la URSS se pudiera superar de alguna manera el cisma con China.


Por lo tanto, en una reunión en el Kremlin, donde fueron convocados de forma especial, los administradores de la Oficina del Fiscal y el departamento de la KGB de la región de Kharkov, se tomó la decisión de no llevar el caso a los tribunales contra estos maoístas soviéticos que eran bien conocidos en China. Los hermanos Romanenko después de unos meses fueron liberados de prisión, pero desde ese momento estuvieron bajo la estrecha supervisión de la KGB que los excluyó de la posibilidad de continuar con su actividad política.


Una gran variedad de grupos clandestinos maoístas surgió en la capital de la URSS en la segunda mitad de los 60’ cuando el ejemplo de la “Gran Revolución Cultural” era especialmente intenso. En Europa Occidental se desarrolló bajo el aspecto de la revuelta estudiantil parisina; en la Unión Soviética una revuelta tan abierta era imposible, pero el eco de la Guardia Roja se sintió incluso aquí. Miles de estudiantes doctorandos de la China maoísta estudiaban en universidades soviéticas y centros de educación superior. Y fue a través de estos estudiantes que la literatura de la Guardia Roja llegó a manos de nuestros conciudadanos.


Entre 1965 y 1967 operó en Moscú un pequeño grupo marxista encabezado por dos auxiliares de investigación del Instituto Económico de Sistemas Socialistas Mundiales de la Academia Soviética de Ciencias. Eran Ho Dantsin, ciudadano de la República Popular China de 35 años, y G. Ivanov, ciudadano soviético de 30 años. Juntos, estos comunistas chino y soviético circularon literatura de agitación de China en Moscú y también crearon toda una gama de su material de propaganda que titularon “Manifiesto del Socialismo (el Programa del Partido Socialista Revolucionario de la Unión Soviética)”. En febrero de 1967 el chino Ho y el ruso Ivanov fueron arrestados por la KGB.


En 1968 en Moscú, el albañil de 30 años G. Sudakov y su hermano V. Sudakov, de 20 años, crearon el pequeño grupo llamado “La Unión de Lucha contra el Revisionismo”. Desde febrero hasta junio de 1968 circularon literatura de la China revolucionaria, así como folletos propios que produjeron por su cuenta en la propia imprenta rudimentaria que habían construido.


El 24 de febrero de 1976, día de la inauguración del XXV Congreso del PCUS, cuatro jóvenes repartieron y pegaron más de cien folletos en las puertas de las casas a lo largo de la céntrica Nevsky Prospekt de Leningrado. Los folletos escritos a mano terminaban con las proclamas “¡Viva la nueva revolución! ¡Viva el comunismo!”.


Solo pasado un tiempo, la KGB logró determinar que los participantes de esta acción eran los estudiantes de primer grado de las universidades de Leningrado Arkady Tsurkov, Alexander Skobov y Andrey Reznikov y el estudiante de décimo grado Alexander Fomenko. Eran los organizadores de un grupo marxista ilegal que se autodenominaba “Escuela de Leningrado”. El líder informal de este grupo fue el talentoso estudiante de matemáticas de 19 años Arkady Tsurkov. Desde principios de los 70’ estuvo fascinado por las ideas de Mao Zedong y solía escuchar ilegalmente el servicio ruso de Radio Pekín.


En ese momento, los estudiantes chinos (que en la década de los 60’ habían sido la principal fuente de distribución de literatura maoísta entre los ciudadanos soviéticos) ya no estudiaban en Rusia. Pero en la década de 1970 apareció un mar de materiales publicados (libros y folletos) en la Unión Soviética que desenmascaraban y criticaban el rumbo del Partido Comunista Chino y Mao. A principios de los 70’, la propaganda soviética trabajó más activa y fervientemente contra la China maoísta que contra el “Occidente burgués”. Como con toda la propaganda hostil en esta literatura, era necesario describir aquellos fenómenos y acciones contra las cuales arremetían. Pero lo que era negativo para los propagandistas del Comité Central se convirtió en un plus para los “disidentes de izquierda”. De esta manera, Arkady Tsurkov se convertiría en maoísta tras haber leído toda la propaganda antimaoísta soviética.


En 1977 y 1978 los líderes de la “Escuela de Leningrado” organizaron en una casa en las afueras de Leningrado una comuna donde los jóvenes convivían, estudiaban y propagaban entre los estudiantes las ideas del camarada Mao. En 1978, la “Escuela de Leningrado” estableció vínculos con simpatizantes estudiantiles de Moscú, Gorky (ahora Nizhni Novgorod), Riga y otras ciudades de la Unión Soviética. Mientras intentaban organizar una conferencia juvenil ilegal con el objetivo de crear una gran asociación, la "Unión Comunista Revolucionaria de la Juventud", los líderes de esta "Escuela de Leningrado" fueron arrestados por la KGB.


Poco después de su arresto, en Leningrado el 5 de diciembre de 1978, tuvo lugar un evento nunca antes visto: en la Catedral de Kazan (lugar de la primera manifestación estudiantil masiva contra el Zar en 1876) se congregaron varios cientos chicos y chicas jóvenes de los institutos y escuelas de Leningrado para protestar por estos arrestos. Alrededor de 20 personas fueron detenidas. Durante el juicio contra el líder de la “Escuela de Leningrado”, A. Tsurkov, entre 3 al 6 de abril de 1979, una gran masa de estudiantes en protesta se concentró frente al edificio. Arkady Tsurkov fue sentenciado a 5 años en un campo de prisioneros de régimen estricto y otros dos años de exilio.


Maoístas, los Dirigentes del Movimiento Huelguístico de los Trabajadores Soviéticos.


Pero las ideas revolucionarias de Mao no se limitaron solo a estudiantes de escuelas y universidades. Está bien documentada la existencia de, al menos, un grupo marxista ilegal que no solo estudiaba la experiencia y las ideas de Mao Zedong, sino que también participaba en la organización de huelgas exitosas de trabajadores soviéticos. Me refiero aquí al surgimiento en la década de los 70’ en la ciudad industrial de Kuibyshev (Samara) de la organización política llamada “Centro de los Trabajadores”. El grupo pretendía fundar un partido marxista ilegal, el “Partido de la Dictadura del Proletariado”.


En la primavera de 1974, en Kuibyshev, en la fábrica de Maslennikov tuvo lugar una huelga de trabajadores en uno de los talleres. La fábrica producía equipos para el complejo militar-industrial soviético. Los trabajadores no hicieron ninguna demanda política, pero consiguieron algunas mejoras en sus condiciones por trabajo de parte de la administración y las autoridades locales, quienes fueron tomados completamente por sorpresa por una acción tan bien organizada. Gracias al modelo de esta exitosa huelga, durante el siguiente año en la fábrica de Maslennikov y en una serie de otras empresas en la ciudad se llevaron a cabo más de diez huelgas. Un evento tan significativo para la Unión Soviética llamó inmediatamente la atención de la KGB, pero solo después de dos años de investigaciones exhaustivas pudieron establecer el hecho de que la organización marxista ilegal "Centro de los Trabajadores" se estaba organizando en la ciudad.


Los líderes de la organización eran Grigory Isaev, un trabajador de 31 años del taller de fundición de la industria de Maslennikov y Alexei Razlatsky, ingeniero petrolero de 39 años. Isaev y Razlatsky fueron la fuerza inspiradora y los organizadores de una serie de huelgas en las fábricas de Kuibyshev en 1974. Pasados dos años, esta organización marxista ilegal ya contaba con más de 30 activistas en la clandestinidad. Se debe hacer énfasis en que el “Centro de los Trabajadores” fue una de las organizaciones disidentes más exitosas en términos de su planificación conspirativa. Sus activistas estudiaron cuidadosa y persistentemente la experiencia conspirativa de los revolucionarios rusos antes de 1917 y la de los Partisanos clandestinos de la Gran Guerra Patriótica. Esto permitió que el “Centro de los Trabajadores” funcionara exitosamente desde 1974 hasta 1981.


En 1976 los líderes del “Centro de los Trabajadores” elaboraron el “Manifiesto por un movimiento comunista revolucionario”:


El golpe de Estado contrarrevolucionario en la URSS se ha producido de forma tan silenciosa y tan inesperada que nadie se ha dado cuenta. La administración soviética a día de hoy, cada vez más dictatorial, ha logrado en el transcurso de una década hacerse pasar por una dirección marxista-leninista y ha conseguido lavar el cerebro a los trabajadores con su juego democrático. Incluso el movimiento comunista internacional en su conjunto no logra realizar una verdadera evaluación marxista de lo que está sucediendo en Rusia. Pero el golpe de Estado contrarrevolucionario se ha dado y lo primero que debemos hacer es detener este golpe de Estado.

En 1961, el Programa del PCUS y, luego, la última Constitución de 1977, han declarado que las tareas de la dictadura del proletariado se han cumplido y la Unión Soviética ahora ha sido declarada un Estado de todos los pueblos. Pero para los marxistas siempre ha estado claro que hasta que el proletariado victorioso pueda prescindir de la necesidad de un Estado, este no puede ser otra cosa que una dictadura revolucionaria del proletariado.


Los activistas del “Centro de los Trabajadores” pidieron un estudio profundo de la experiencia de la China comunista. Su manifiesto tenía que incluir la siguiente declaración:


Hasta mediados de la década de 1950, el desarrollo político de China repitió la experiencia de la Unión Soviética a un ritmo acelerado. Es posible que otros principios y acontecimientos vinculados a la llegada al tablero político de N. S. Khrushchev obligaran a Mao Zedong a considerar la validez del sistema que pudo llevar a tales personas a la dirección suprema. Un análisis de la situación ha confirmado nuestros peores temores: con algunas particularidades nacionales, el sistema chino era una copia del ruso. Y en China ha habido una clara separación del Partido de las masas, y la formación en su vértice de un organismo parasitario.

La política del “Gran Salto Adelante” fue un intento de suscitar la iniciativa de las masas, despertar su relación consciente con los acontecimientos frente a un camino 'pacífico'... La “Revolución Cultural” es una incitación directa a castigar esta burocracia formativa, un intento con hechos crudos de demostrar a las masas que son ellas las dueñas de la situación del país, que en sus acciones colectivas es todopoderosa.


Sobre el autor:

Iván Martín García es estudiante de un CFGS de Comercio Internacional, en el CIFP Majada Marcial, actualmente reside en Fuerteventura. Miembro y Secretario de medios de comunicación y administración pública de Vanguardia Española. Conocido en RRSS como @Archivo_chino.

bottom of page