9.5- A los 40 años de la muerte de Soong Ching-ling. Homenaje a la gema de una nación
Por Alexandre García (1)
Resumen: El pasado 29 de mayo se celebraron los 40 años de la muerte de Soong Ching-ling. Aprovechando esta efeméride hemos decidido publicar este artículo honrando la memoria de esta mujer excepcional. El presente artículo es una versión mejorada del artículo de 2014 “En memoria de Soong Ching-ling, luchadora incansable, tesoro del pueblo chino, hija de la humanidad”, que en su día fue publicado en el blog Manos Fuera de China y en la web de Ojos para la Paz. Esta nueva versión mejora el estilo del artículo anterior, corrige inexactitudes históricas y lo enriquece añadiendo información que no se encontraba en la antigua versión, fruto de nuevas investigaciones. Para una mejor lectura del texto recomendamos prestar atención a las notas a pie de página.
Palabras clave: Soong Ching-ling, Sun Yat-sen, República Popular China, Kuomintang, Partido Comunista de China, Siglo XX.

I. Vida antes de 1949.
La figura de Soong Ching-ling, ha sido injustamente ignorada en Occidente. Se trata de una figura desconocida en general, siendo particularmente sorprendente el hecho de que también ha sido ignorada por los comunistas y revolucionarios de tendencia maoísta y en general por los simpatizantes de China. En efecto, cualquiera que tenga unos mínimos conocimientos sobre China sabe quiénes fueron Mao Zedong, Sun Yat-sen, Zhou Enlai o Deng Xiaoping, por citar algunos ejemplos. Pero sorprendentemente prácticamente nadie sabe quién fue Soong Ching-ling, y en este grupo de personas se incluye el autor de este artículo, que antes de viajar a China en 2014 no sabía prácticamente nada sobre esta mujer. Y sin embargo hablamos de una persona muy conocida y querida en China, de una mujer extraordinaria que ocupó los cargos de vicepresidenta de la República Popular China entre 1959 y 1975, de presidenta de la República Popular China entre 1968 y 1972 (2) y que fue presidenta de honor de la República Popular China entre el 16 de mayo de 1981 y el 29 de mayo de 1981, fecha de su muerte. La vida de Soong Ching-ling es como una epopeya que concentra en la figura de una mujer toda la historia de la revolución del pueblo chino por su liberación nacional durante el siglo XX. Es una oda a favor de la lucha de los pueblos oprimidos y la esperanza en un futuro de paz mundial y justicia social en todos los países del mundo.
Rosamond Soong Ching-ling nació el 27 de enero de 1893 en el condado de Chuansha, en la ciudad de Shanghái, provincia de Jiangsu, en el seno de una rica e ilustrada familia burguesa de seis hermanos. Su entorno familiar era muy liberal para la China de aquella época. Al igual que el resto de sus hermanos, hablaba perfectamente inglés, al haber sido educada en ese idioma la mayor parte de su vida. Su nombre de pila en inglés era Rosamond. Su padre, Soong Yaoru, natural de la provincia de Hainan, era un predicador metodista que había estudiado en los Estados Unidos durante su juventud y que hizo fortuna como hombre de negocios. Era un estrecho colaborador de Sun Yat-sen, fundador del Kuomintang y primer Presidente de la República de China, considerado hoy como el padre de la China moderna. Soong Yaoru había conocido a Sun Yat-sen en los Estados Unidos en 1894, convirtiéndose enseguida en seguidor suyo y proveyéndole de un importante apoyo financiero. La madre de Soong Ching-ling, Ni Guizhen, natural de la provincia de Zhejiang, era descendiente de Xu Guangqi, un famoso científico de los tiempos de la dinastía Ming.
Después de hacer sus estudios primarios en la escuela anglófona para niñas McTyeire de Shanghái, en 1907 Soong Ching-ling se fue a los Estados Unidos. Primero ingresó en una escuela privada en Smit City, Nueva Jersey, para estudiar idiomas extranjeros, y después fue admitida en el Wesleyan College de Macon, Georgia, al igual que sus dos hermanas Soong Mai-ling y Soong Ai-ling y su hermano T.V. Soong. Aquellos cuatro hermanos eran el ejemplo típico de una nueva generación de jóvenes intelectuales chinos que quiso ir más allá de los clásicos del pensamiento chino y aprender de culturas foráneas (notablemente de Occidente) para luego volver a China, una vez finalizados sus estudios en el extranjero, y así ejercer influencia en la sociedad china de manera a contribuir a las tan necesarias reformas que necesitaba la China feudal de la reinante dinastía Qing. Durante su estancia en los Estados Unidos, Soong Ching-ling desarrolla muy pronto una consciencia política, mostrando una gran preocupación por la suerte del pueblo chino, preocupación que nunca dejó de tener durante el resto de su vida.
Así relataba Soong Ching-ling su infancia, en los años previos a la Revolución Democrática de 1911:
“Mi padre instaló una impresora en el sótano de su casa para imprimir libros religiosos así como panfletos secretos para propagar la revolución. Al ser jóvenes en aquella época, aún podemos recordar a nuestros padres diciéndonos que no hablásemos nunca con nadie de ello y prohibiéndonos llevarnos algún panfleto revolucionario. Después, mi padre también ayudó financieramente al Dr. Sun Yat-sen para la revolución.”
En octubre de 1911, a Soong Ching-ling le llega la noticia de que se había producido el levantamiento de Wuchang, que terminó provocando la caída de Aisin-Gioro Puyi, último emperador de China, e instaurando la República de China en enero de 1912. Aquel acontecimiento histórico supuso el fin de 4000 años de dinastías feudales. Soong Ching-ling sintió entonces una tremenda excitación. En abril de 1912 escribe en el periódico del Wesleyan College el artículo “El mayor acontecimiento del siglo XX”, cuyas palabras casi parecen premonitorias:
“Uno de los mayores acontecimientos del siglo XX, el más grande desde Waterloo, en opinión de muchos educadores y políticos de renombre, es la Revolución China. Se trata de un hito de lo más glorioso. Supone la emancipación de 400 millones de almas de la esclavitud de una monarquía absolutista que había existido durante cerca de 4000 años, y bajo la cual “la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad” habían sido negadas. Y puede que a China, la más antigua de todas las naciones, le toque ahora indicar el camino hacia la fraternidad. En otras palabras, China jugará su papel en el esfuerzo por elevar a la humanidad. Napoleón Bonaparte dijo: “Cuando China se mueva, ella moverá el mundo”.”
Tras finalizar sus estudios universitarios, Soong Ching-ling decide dejar los Estados Unidos para dedicar su vida a la revolución democrática de China. Después de graduarse en el Wesleyan College, obteniendo una licenciatura en literatura, en agosto de 1913 llega a Tokio, Japón, donde coincidían muchos revolucionarios chinos que estaban en el exilio debido a la traición de Yuan Shikai (3). Allí conoce a Sun Yat-sen y se convierte en su secretaria, sucediendo en el puesto a su hermana Soong Ai-ling. Soong Ching-ling termina enamorándose de Sun Yat-sen y se casa con él el 25 de octubre de 1915, convirtiéndose así en su compañera de por vida y en su mayor apoyo para seguir con la labor de defender la joven República de China y llevar a buen término la revolución democrática.
Pese a que Sun Yat-sen había sido un amigo cercano de la familia Soong desde hacía 20 años, en tanto que cristianos devotos los padres de Soong Ching-ling se opusieron vehementemente a esta unión, debido a que Sun Yat-sen tenía 26 años más que ella, estaba separado desde hacía tiempo de su mujer Lu Muzhen y ya tenía un hijo y dos hijas. De hecho, debido a la oposición de los padres de Soong, ésta incluso se vio forzada a volver a Shanghái para permanecer allí bajo “arresto domiciliario”. Pero Soong consiguió escapar por la ventana con ayuda de una de sus amas de casa, para volver a Japón y casarse con Sun Yat-sen, poco después de que éste consiguiera el divorcio en septiembre de 1915. Soong Yaoru se apresuró a viajar a Japón para impedirlo, pero no pudo detener la boda a tiempo. Los padres de Soong rompieron relaciones con ella después de concretarse el matrimonio. Para entonces, la antigua Sociedad para la Regeneración de China, fundada por Sun Yat-sen, ya había pasado a llamarse Partido Nacionalista de China o Kuomintang, al fusionarse con otros grupos republicanos.
Así lo relataba ella:
“No me enamoré. Él ya era un héroe que yo había admirado desde la lejanía. Irme a trabajar para él fue una romántica idea de joven mujer, pero una buena idea al fin y al cabo. Quería ayudar a salvar a China y el Dr. Sun Yat-sen era el único hombre que podía hacerlo, así que decidí ayudarle.”
Soong también mostraba tener cierto sentido del humor:
“Soy feliz, intento hacer lo posible para ayudar a mi marido con su correspondencia en inglés… Así que se puede decir que para mí el matrimonio es como ir a la escuela, sólo que no hay “exámenes” de los que preocuparme.”
Antes del matrimonio, a Soong Ching Ling se le había enseñado a no dudar de la autoridad de Dios. Pero después de conocer a Sun Yat-sen, ella vio a otro “Jesucristo”. Más tarde, ella declararía sobre Sun Yat-sen que “nunca sintió ninguna contradicción alguna entre la doctrina de Jesús y su propia doctrina. Para él, la revolución social era la implementación de la doctrina cristiana”. Aunque en 1966 ella le dijera a su amigo y biografo Israel Epstein que tanto ella como Sun Yat-sen eran completamente ateos, en 1978 le escribió a su amiga japonesa Fumiko Niki que “En mi mente, todavía existe el pensamiento filantrópico de la Biblia”.
Tras la boda, Soong Ching-ling siguió trabajando como secretaria de Sun Yat-sen. Los dos esposos volvieron del exilio en 1916, instalándose en Shanghái.
Durante sus diez años de matrimonio (4), Soong Ching-ling siempre se mantuvo al lado de Sun Yat-sen, pese a las dificultades y los reveses de la lucha. En ocasiones, esto incluso pudo haberle costado la vida. En junio de 1922, durante los preparativos de la Expedición del Norte (5) para reunificar a China, el ministro de la guerra Chen Jiongming se alzó en armas contra la República, bombardeando la casa donde se encontraban Sun Yat-sen y Soong Ching-ling en la colina Guanyin, provincia de Guanzhou. En aquella ocasión, Soong Ching-ling le insistió a su marido para que escapara primero, diciendo: “China puede vivir sin mí, pero no puede vivir sin ti”.
Después de que Sun Yat-sen, Chiang Kai-shek y otros importantes dirigentes fueran puestos a salvo, trasladándose en barco a Shanghái, Soong Ching-ling comandó ella misma a los guardias que quedaron en la mansión, luchando desesperadamente hasta agotar todas sus municiones. Finalmente logró escapar atravesando las líneas enemigas, bajo fuego intenso. Durante la huida, Soong Ching-ling tuvo un parto fallido que la dejó estéril de por vida. Después de aquella terrible experiencia, ella declararía:
“No he vuelto a ir allí desde aquel 25 de junio, debido a la terrible experiencia que pasé. Estuve muy nerviosa… Pese a que lo perdimos todo, ganamos una victoria moral, y la opinión pública empezó a apoyar firmemente nuestra causa, como nunca antes.”
En agosto de 1922, Soong Ching-ling acompaña a Sun Yat-sen para reunirse con Li Dazhao, miembro fundador del Partido Comunista de China, y participó en las conversaciones entre Sun Yat-sen y el representante de la Internacional Comunista Yue Fei. Esta reunión estableció el principio de Sun Yat-sen de “Alianza con la Unión Soviética y el Partido Comunista”.
El 28 de noviembre de 1924, Soong Ching-ling viaja a Japón para dar un discurso sobre la emancipación de la mujer en la Escuela de Estudios Superiores de Kobe. Sus posiciones políticas eran muy avanzadas para la época:
“¡Mujeres de Oriente y de Occidente, uníos para cambiar el mundo! ¡Uníos para exigir el desarme universal y la abolición de las políticas de discriminación así como los tratados desiguales! Con toda certeza, las mujeres saldremos triunfando.”
Después del fallecimiento de Sun Yat-sen el 12 de marzo de 1925, Soong Ching-ling recoge el testigo, dedicándose en cuerpo y alma a continuar con su obra y a defender las famosas “tres políticas principales” que él había propugnado, es decir: 1) Alianza con la Unión Soviética, 2) Cooperación con el Partido Comunista, y 3) Ayuda a los campesinos y los obreros. Tras la muerte de Sun Yat-sen, en enero de 1926, en el II Congreso Nacional del Kuomintang, Soong es elegida miembro de su Comité Ejecutivo Central.
Desde la provincia de Guangzhou, donde se encontraba el gobierno revolucionario opuesto a Wu Peifu, el “señor de la guerra” que gobernaba Beijing, Soong Ching-ling se desplaza a la provincia de Wuhan para la reubicación de la capital del gobierno legítimo de la República de China. Sin embargo, en 1927 el ala derecha del Kuomintang, liderada por Chiang Kai-shek dio un golpe sorpresivo, ocupando militarmente las ciudades de Nanjing y Shanghái y rompiendo con el Partido Comunista. En abril del mismo año, Chiang Kai-shek inicia en Shanghái la campaña de “eliminación de los comunistas”, masacrando a decenas de miles de líderes sindicales, militantes del Partido Comunista y simpatizantes. En el mes de julio, el gobierno republicano de Wuhan, liderado por Wang Jingwei, también decidió romper la alianza con los comunistas.
Soong Ching-ling se niega rotundamente a tomar parte en estas maniobras y protesta con energía, alegando que suponen una violación de los principios revolucionarios de Sun Yat-sen. En julio de 1927, en la famosa “Declaración de Soong Ching-ling sobre la situación actual”, proclama su ruptura con los renegados del Kuomintang y su retirada temporal del partido:
“La política de Sun Yat-sen es perfectamente clara. Si los líderes de nuestro partido no pueden llevar esta política a cabo, entonces ya no son auténticos seguidores de Sun Yat-sen, el partido ya no es un partido revolucionario, sino una herramienta en manos de uno u otro señor de la guerra.”
A partir de este momento, el acercamiento de Soong Ching-ling con el Partido Comunista se hace más y más estrecho. Después de la expulsión de los comunistas del gobierno de Wuhan, el 1 de agosto de 1927 el Partido Comunista desencadena la insurrección de Nanchang para contrarrestar la campaña anticomunista del Kuomintang. Para ello se forma el “Comité Revolucionario del Kuomintang” (6), una escisión de izquierda del Kuomintang formado por 25 miembros que afirmaban ser los herederos legítimos del legado de Sun Yat-Sen. Soong Ching-ling fue elegida miembro de su presídium.
Tras la ruptura con los comunistas por parte del Kuomintang, Soong Ching-ling prefiere exiliarse a la Unión Soviética, acompañada de Chen Youren (miembro de la facción izquierdista del Kuomintang), antes que colaborar con la camarilla reaccionaria de Chiang Kai-shek, para defender desde allí su posición a favor de la “tres políticas principales” de Sun Yat-sen. En agosto de 1927, llega a la estación de tren de Moscú, siendo recibida por una multitud. Allí coincide con otros dirigentes del ala izquierda del Kuomintang como Deng Yanda.
Después de su paso por la Unión Soviética, Soong Ching-ling viaja por Europa. En diciembre de 1927, participa en Bruselas en la Conferencia de fundación de la Gran Liga por la Lucha contra el Imperialismo y la Opresión Colonial (también conocida como Liga Anti-Imperialista), junto con personalidades como Albert Einstein, Máximo Gorki, Romain Rolland, Henri Barbusse y otros. Tanto en la Conferencia de Bruselas en 1927, como en otra posterior Conferencia en Alemania en 1929, Soong Ching-ling fue nombrada Presidenta Honoraria de su Presídium. Durante el mismo periodo, pasa a formar parte de la dirección del Comité Antifascista Mundial.
En mayo de 1928, se instala brevemente en Berlín para estudiar teoría revolucionaria, y el 21 de septiembre de 1929 viaja a Francia después de un breve paso en China para asistir al traslado a Nanjing de los restos de Sun Yat-sen. Durante su breve estancia en China, mantuvo un encuentro con Dai Jitao, representante de Chiang Kai-shek, a quien le expresó de nuevo su rechazo a cooperar con el gobierno del Kuomintang. El 10 de agosto de 1929, ella publica las notas de aquel encuentro: “La única manera de mantenerme en silencio es metiéndome en la cárcel o matándome”.
En julio de 1931, al fallecer su madre, regresa de nuevo a China, y se establece en Shanghái hasta 1937, año en que estalla la guerra sino-japonesa, cuando el ejército japonés, que ya controlaba Manchuria, invadió el norte y el este de China.
En agosto de 1932, Soong Ching-ling fue elegida presidenta honoraria del Comité Mundial contra la Guerra Imperialista.
En aras de promover los derechos democráticos del pueblo chino, en diciembre de 1932 Soong Ching-ling participa en la fundación de la Liga China de Protección de los Derechos Civiles, de la que es elegida Presidenta. A través de esta organización, consigue por distintos medios la protección y el rescate de muchos prisioneros políticos, patriotas y revolucionarios (7).
Un ejemplo: el 23 de noviembre de 1936, las autoridades del Kuomintang habían arrestado a siete líderes patriotas de la Federación de Asociaciones de Salvación Nacional de China. Los líderes patriotas habían formado un grupo de apoyo a una huelga de obreros de la industria del sector textil de Shanghái y Tsingtao, de propiedad extranjera. Junto con otras personalidades importantes, Soong Ching-ling inicia la campaña “Salvar a China frente a las condenas a prisión”, declarando que “no podemos negarnos a amar y salvar a nuestro país porque tengamos miedo de ser castigados […] Movidos por nuestra consciencia, estamos listos para acompañar por siempre en la cárcel al Sr. Shen”.
Más tarde, el 5 de julio de 1937, Soong Ching y otras 11 personalidades se dirigen al alto tribunal de Suzhou para entregar un documento pidiendo su encarcelamiento y cumplir condena junto con los otros siete líderes condenados por “ser patriotas”. Esto es un extracto de aquella declaración:
“¡Estamos listos para ir a la cárcel! ¡Queremos ir a la cárcel en aras de la salvación nacional! ¡Creemos que ésta es nuestra responsabilidad y nuestra gloria! Todos somos chinos. Todos queremos salvar a China de la destrucción. Siete líderes de la Asociación por la Salvación Nacional han sido arrestados, pero aún quedan 400 millones de personas, cuya ira patriótica y justa indignación no pueden ser eliminadas. ¡Que tengan cuidado los militaristas japoneses! ¡Pueden provocar el arresto de siete líderes, pero aún hay 400 millones de personas en toda China!”
El 31 de julio de 1937, después del famoso “incidente de Xi’an” (8), el gobierno del Kuomintang se vio obligado a liberar a los siete patriotas.
El compromiso de Soong Ching-ling con las libertades era extensivo al ámbito internacional, notablemente en la lucha contra el auge de los fascismos. En 1933, junto con Cai Yuanpei, Yang Quan, Lu Xun y otros miembros de la Liga de Protección de los Derechos Civiles, Soong Ching-ling acudió al Consulado alemán en Shanghái para hacer entrega de una protesta oficial por la persecución contra los judíos por parte de los nazis.
En septiembre de 1933, Soong Ching-ling preside el Congreso de Extremo Oriente del Comité Mundial Contra la Guerra Imperialista en Shanghái, desafiando las prohibiciones del gobierno del Kuomintang. Allí pronunció el discurso “La libertad de China y la lucha contra la guerra”. En aquel Congreso recibió al conocido escritor y dirigente comunista francés Paul Vaillant Couturier.
El 13 de agosto de 1937, el ejército japonés ataca Shanghái. Soong Ching-ling tiene que huir de la ciudad, partiendo primero hacia Hong Kong para refugiarse finalmente en Chongqing, que sería la capital del gobierno chino durante la guerra. En sintonía con el Partido Comunista, Soong Ching-ling era de la creencia que el pueblo chino debía unirse para resistir a la agresión japonesa. Por ello se opuso a la política del gobierno del Kuomintang, que abogaba por la “pacificación interna antes de resistir a la invasión extranjera”.
En noviembre de 1937, Soong Ching-ling publica la “Declaración sobre la cooperación entre el Kuomintang y el Partido Comunista”, haciendo un llamamiento para que ambos partidos cooperen de nuevo. En una correspondencia con ella, Mao Zedong le escribe lo siguiente:
“Cada vez que hemos sabido de sus opiniones y actividades para la revolución y la salvación nacional, en periódicos y por boca de camaradas nuestros de otros lugares, ello ha inspirado en nosotros una infinita estima por usted. Después de 1927, sólo usted y nuestros camaradas pueden llevar hacia adelante el espíritu revolucionario y de salvación nacional del Dr. Sun Yat-sen.”
Oponiéndose con determinación a la agresión japonesa, y convencida de la futura victoria del pueblo chino, en agosto de 1937 Soong Ching-ling publica el artículo “China inconquistable”, que tiene una gran repercusión tanto en China como en el extranjero:
“La mayor fuerza de China reside en el despertar de sus masas. Con el inmenso territorio de China, rico en recursos naturales, con una población de 400 millones de habitantes, el poder de Japón no es más que un tigre de papel. Las estructuras económicas y sociales japonesas no pueden sostener una guerra de larga duración con el pueblo chino. ¡No! China no podría ser derrotada aunque tuviera que luchar sola contra el Japón. Y China no estará sola. Porque China goza de la simpatía de todo el mundo.”
En junio de 1938, cuando la guerra de resistencia contra la agresión japonesa ya había alcanzado todo el país, Soong Ching-ling funda en Hong Kong la China Defense League (CDL – Liga de Defensa de China), destinada a recaudar fondos y a proveer suministros, principalmente para las áreas controladas por los comunistas chinos. Su primer presidente fue su hermano T.V. Soong. La CDL llamó a todos los amantes de la paz y la democracia a ayudar a China en su lucha contra los agresores japoneses. Al frente de la CDL, Soong Ching-ling trabajará constantemente por la victoria militar del pueblo chino, recabando apoyos financieros y material de guerra para China, inspeccionando el estado de las tropas, de las unidades sanitarias, etc., y a veces acudiendo a las bases revolucionarias donde operaba el Partido Comunista.
Con la CDL colaboraron muchas famosas personalidades, personas inolvidables por su solidaridad militante con los pueblos oprimidos del mundo. Algunas de estas personas fueron el escritor de origen polaco y naturalizado chino Israel Epstein, el médico canadiense Norman Bethune, la periodista estadounidense Agnes Smedley, el médico estadounidense de origen libanés George Hatem (primer miembro extranjero en la historia del Partido Comunista de China), el médico alemán Hans Müller, la estadounidense Talitha Gerlach, representante de la Asociación Mundial de Jóvenes Mujeres Cristianas en China, el escritor neo-zelandés James Munro Bertram, etc. Algunos de ellos, como Norman Bethune, George Hatem y Hans Müller, estuvieron prestando asistencia sanitaria a los heridos de guerra en la base revolucionaria de Yan’an, provincia de Shaanxi, centro del gobierno comunista liderado por Mao Zedong entre 1936 y 1948.
A través de la CDL, Soong Ching-ling también colaboró con el cantante comunista afroamericano Paul Robeson, con la producción de un disco de vinilo de canciones chinas antijaponesas, con música de Liuhong Mo. En el momento de sacar el disco, ella declaró:
“Que nuestras viejas canciones folklóricas, que combinan la armonía entre el Este y el Oeste, sean otro puente entre los pueblos libres.”
Asimismo, gracias a la ayuda de sus amigos Rewi Alley, Edgar Snow y otros amigos extranjeros, Soong Ching-ling promovió el movimiento cooperativo industrial “Gung Ho”, cuyo Comité de dirección fue establecido el 1 de enero de 1939 en Hong Kong. El movimiento “Gung Ho” tenía por objetivo reavivar la industria armamentística y resolver los problemas de desempleo en China poniendo en marcha cooperativas industriales. El movimiento “Gung Ho” logró una cuantiosa ayuda internacional para la guerra de resistencia del pueblo chino contra la agresión japonesa.
El 1 de julio de 1941, Soong Ching-ling inicia en Hong Kong la campaña “Un tazón de arroz”, gracias a la cual consigue obtener cuantiosas donaciones, que entrega en su totalidad al movimiento “Gung Ho”, con el fin de socorrer a los heridos y a los refugiados de guerra.
Después de la victoria sobre los agresores japoneses, en diciembre de 1945, Soong Ching-ling abandona Chongqing para fijar de nuevo su residencia en Shanghái. En 1946 reorganiza la CDL para reconvertirla en la China Welfare Fund (CWF – Fondo de Bienestar de China) en aras de participar a la reconstrucción pacífica de China y seguir recabando fondos para apoyar a los comunistas chinos. Pero en junio de 1946, el Kuomintang, aferrándose a su dictadura reaccionaria, desencadena de nuevo una guerra civil en todo el país. El 23 de julio, Soong Ching-ling publica su famosa “Declaración sobre la promoción de un gobierno de coalición y el llamamiento al pueblo americano para que detenga la entrega de ayuda militar al Kuomintang por parte del gobierno estadounidense”.
A través de la CDL y del CWF, Soong Ching-ling hizo lo posible para traer a las zonas liberadas por el Ejército Popular de Liberación (EPL) cuantiosas cantidades de equipamientos médicos y medicamentos para socorrer a los heridos. Entre 1938 y 1948, con la ayuda financiera de la CDL y después de la CWF, se establecieron un total de 8 hospitales internacionales de paz, 42 hospitales de rama y docenas de unidades móviles médicas en 8 zonas liberadas por el EPL.
Antes de la liberación definitiva de China en 1949, con el CWF Soong Ching-ling también consiguió recabar fondos destinados a la asistencia social en China, gracias a los cuales se establecieron tres centros de beneficencia establecidos en Shanghái en 1947 para niños así como un teatro infantil destinados a los niños empobrecidos o huérfanos a causa de la guerra. De esta manera, Soong Ching-ling se dedicó a enseñar a leer a niños huérfanos, participando en la creación de la Shanghai Children Reading Room.
En enero de 1948, Soong Ching-ling fue elegida presidenta de honor del Comité Revolucionario del Kuomintang.
Con la derrota del gobierno nacionalista y la victoria de las tropas comunistas, en septiembre de 1949 Soong Ching-ling abandonó Shanghái para participar en la I Sesión Plenaria de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino organizada por el Partido Comunista para formar un nuevo gobierno central. En aquella sesión se promulgó la ley orgánica del Gobierno Popular Central de la República Popular China, eligiéndose a Mao Zedong como presidente del Gobierno Popular Central, y a Soong Ching-ling como una de los seis vicepresidentes del Gobierno Central, junto con Zhu De, Liu Shaoqi, Li Jishen, Zhang Lan y Gao Gang. Este argo lo ocuparía entre 1949 y 1954. También fue elegida como una de los vicepresidentes de la Asociación de Amistad Sino-Soviética.
En aquella sesión, pronunció un discurso en el que dijo lo siguiente:
“Camaradas, ¡procedamos ahora a la tarea de construir una nueva China independiente, democrática, pacífica, fuerte y próspera, y junto con los pueblos del pueblo, traigamos una paz duradera por siempre!”
El 1 de octubre de 1949, ella estaba presente en el palco del Palacio Imperial, junto con otras personalidades importantes y dirigentes del Partido Comunista en la gran ceremonia de fundación de la República Popular China. Soong Ching-ling, a la que los comunistas tenían en muy alta estima, se convirtió en el enlace entre ellos y el movimiento revolucionario original que ella y Sun Yat-sen habían defendido.
Esto es lo que ella declararía a posteriori sobre este histórico y glorioso acontecimiento:
“El Presidente Mao Zedong anunció la fundación de la República Popular de China. Fue una ceremonia muy solemne […] Esto me hace pensar en los muchos camaradas que sacrificaron sus vidas para hacer posibles los actuales días de g